La historia del plato más famoso de Chile Es sin duda es el plato más famoso de Chile y son pocas las casas que no contaron, al menos, con u...
La historia del plato más famoso de Chile
Es sin duda es el plato más famoso de Chile y son pocas las casas que no contaron, al menos, con uno de ellos entre los años 60 y 90. Y es que este plato con un paisaje en tonalidad azulina ya es parte de la idiosincrasia chilena. Pero ¿qué sabemos de él?
Es muy poco lo que la gran mayoría sabe al respecto, salvo que fue elaborado por la empresa Fanaloza en Penco. Por ello, te contaremos parte de su historia.
Su diseño pertenece al tranquilo y tímido escultor chileno Roberto Benavente Crisosto, quien plasmó en la pieza bocetos que hasta ese momento no eran conocidos en Chile, ya que se inspiró en la usanza de la loza europea.
El influjo del viejo continente estuvo presente en todo momento, incluso al nombrar la línea que contaba con tazas y platos hondos.
En su tesis, la joven Cynthia Aguilera, titulada de diseño gráfico en la Universidad de Chile, asegura que el artista habría querido rediseñar la loza inglesa Willow Pattern, por lo cual decidieron llamar a la línea, simplemente, Willow.
“El nombre corresponde a un diseño de plato internacional que se asocia a un trazado azul. El plato de Benavente tiene varios elementos asociados al inglés, pero no son iguales. El otro tiene una estética oriental y éste posee elementos arquitectónicos más occidentales”, cuenta.
“Al parecer hizo su propia versión que tiene que ver con el imaginario personal de algo que él vio. Especulando, el centro de la imagen se parece a los caminos del sur chileno. Y para hacerlo más pomposo y elegante, se le ocurrió ponerle un castillo. Junto a él hay una casa que en algunas de las partidas lleva una ‘B’ escondida, que era la firma del autor. Esta práctica, según me contaron, era clandestina”, agrega Aguilera.
El plato también era vendido en verde y rojo terracota, pero sin duda el azul fue el favorito ya que no sólo era fácil de estampar sino que también permitía esconder “pifias” de la loza, asegura la joven.
Benavente trabajó 40 años en la empresa, aunque había sido contratado para diseñar artefactos sanitarios. El destino lo hizo convertirse en elbrazo derecho del dibujante inglés John Clunn.
Hoy, además de estar en varias casas, el plato se encuentra en exhibición en el Museo de Historia de Penco.
El objeto alcanzó una alta difusión entre las décadas de 1960 y 1990, debido a la gran cantidad que fue vendida en nuestro país e incluso en el extranjero, por lo cual es ampliamente recordado.
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